El Movimiento Jubileo 2000 a nivel mundial, se inspira en una tradición bíblica que señala que cada 50 años se celebraba el año jubilar, llamado también año de gracia, en el que se perdonaba las deudas, se redistribuía la tierra, se liberaban esclavos y se hacían ajustes sociales basados en la justicia y la equidad.
Para esto el Papa en su Encíclica “A las puertas del Tercer Milenio”, suscrita el 10 de Noviembre de 1994, recoge lo que dice el Levítico 25:10 “Declararéis santo el año 50 y proclamaréis en la tierra liberación para todos sus habitantes, será para vosotros un jubileo, donde cada uno recobrará su propiedad y cada cual regresará a su familia”.
Posteriormente el 23 de Septiembre de 1.999, el Papa en la audiencia concedida a la delegación de Jubileo 2000 señala que “la cancelación de la deuda es solamente una parte de la tarea más grande de luchar contra la pobreza y de asegurar que los habitantes de los países más pobres tengan una porción más grande del banquete de la vida. Los programas de cancelación de la deuda deben ser acompañados por la introducción de políticas económicas sanas y de un buen gobierno. Pero, tan importante como eso (si no lo es más) es que los beneficios que surgen de la cancelación lleguen a gente más pobre, a través de un marco de inversiones exhaustivo y sostenible en las capacidades humanas, sobretodo en educación y salud. La persona humana es el recurso más valioso de cualquier nación o economía”.
Y continúa diciendo: “La cancelación de la deuda es, sin embargo, urgente. Representa de muchas maneras una precondición para que los países más pobres progresen en su lucha contra la pobreza. Eso es ampliamente reconocido y hay que dar el mérito a todos los que han contribuido a este cambio de dirección. Tenemos que preguntar, sin embargo, ¿Por qué los avances para resolver el problema de la deuda son tan lentos? ¿Por qué tantas vacilaciones? ¿Por qué tanta dificultad para proporcionar los fondos necesitados, incluso para las propuestas ya acordadas?. Son los pobres quienes pagan el costo de la indecisión y del retraso”.
En este contexto surge Jubileo 2000 (inicialmente como Jubileo 2000– Red Guayaquil), como el movimiento de la sociedad civil, amplio y pluralista, que a través de la concienciación y la movilización de la población, y por medio de la búsqueda de consensos, procura incidir en los decisores nacionales e internacionales para alcanzar una solución justa y humana al problema de la deuda externa impagable, que permita que esos recursos liberados sean reinvertidos en la salud, educación, vivienda y empleo de los habitantes.